Tenemos un presidente sin brújula, sin experiencia

La senadora Angélica Lozano explicó el problema de la relación entre el Congreso y el Gobierno

La senadora en entrevista con EL TIEMPO, habló del “impecable 2018” que tuvo el partido, tras los resultados de Congreso, Presidencia y la Consulta Anticorrupción. Para la congresista, pasaron de ser una minoría y saltaron a las grandes ligas.

Por otra parte, explicó el problema de la relación entre el Congreso y el Gobierno va más allá de los ministros y es la “falta de agenda”.

Durante los primeros días del año, EL TIEMPO publicará una serie de entrevistas con los principales líderes de cada partido, quienes hablan sobre el 2018 y lo que se viene en el 2019, como la relación entre el Gobierno y el Congreso para sacar adelante la agenda legislativa y las elecciones locales. Aquí la décima de ellas.

¿Cómo le fue a la Alianza Verde en el 2018?

Impecable. El 2018 fue el año en que el Partido Verde saltó a las grandes ligas. Saltó de la condición de minoría para consolidarse como una organización moderna, innovadora y, sobre todo, alma y promotora del cambio.

Creo que fue un buen año, lo reflejan los resultados de Cámara y Senado; la primera vuelta, pues estuvimos a punto de pasar a la otra, la definitiva, además dando ejemplo en la construcción de coaliciones, en la construcción de confianza con otros sectores.

Para rematar, la consulta anticorrupción rompió la historia. Esta es una gesta ciudadana promovida desde el Partido Verde, que después de intentarlo en el Congreso el cuatreño anterior, llegó a las urnas después de superar todos los obstáculos, logrando un resultado que representa genuinamente los intereses ciudadanos.

¿Qué opina del esquema que propuso el Gobierno para su relación con el Congreso? ¿Triunfó o fracasó?

Un Gobierno sin agenda, sin brújula, un Presidente sin experiencia, se reflejó profundamente en la relación con el Congreso, porque no preparó una agenda legislativa seria. El Presidente perdió la oportunidad, él como persona y como líder del país, de sacar adelante los compromisos de la Consulta Anticorrupción, incumpliendo su palabra.

La relación con el Congreso fue simplemente el reflejo de un Gobierno sin brújula, novato y sin agenda. Un Congreso reacciona a la agenda gubernamental, y si llevan proyectos tarde, malos y mediocres, no había cómo consolidar una mejor relación.

Estamos estrenando con burla 
y violación el estatuto de la oposición.

¿Para que haya gobernabilidad debe haber ‘mermelada’?

La ‘mermelada’ es un eufemismo para disfrazar un aspecto de corrupción. Yo celebro todos los intentos y esfuerzos que haga este y cualquier Gobierno contra eso, pero los resultados del Congreso no son por cambios en el tema de ‘mermelada’.

Lo que muchos dicen es que no han quitado las cuotas. Usted ve el comportamiento del Partido de ‘la U’, de Cambio Radical y de algunos liberales. Dicen que no los han tocado, no les han quitado, entonces no necesitan que les den algo nuevo, necesitan que no les quiten lo que ya traía. Yo creo que ahí ha habido más carreta que un cambio de fondo.

Pero, por supuesto, celebro todas las medidas que quiten esta práctica de compra de consciencias. Lo que veo es que lo quieren institucionalizar. La reforma constitucional avanza, promovida por el Centro Democrático, de la definición del 20 por ciento del presupuesto directamente por los congresistas. Veo es el cambio de palabra, pero falta a ver en qué termina el esquema que plantean.

No creo que las dificultades con el Congreso hayan sido por falta de ‘mermelada’. No voy a dar nombres, pero lo que cuentan los congresistas de los partidos mayoritarios es que no necesitan que les den, dicen que necesitan es que no les quiten, y no les quitó.

Hay quienes piensan que la participación de los partidos en el Ejecutivo necesariamente es sinónimo se corrupción. ¿Usted qué opina?

Eso es ridículo. Los cargos de elección popular se surten con partidos políticos. Entonces sería que no hubieran elecciones, que se candidaticen futbolistas.

Estamos estrenando con burla y violación el estatuto de la oposición. Es muy bueno que los partidos se declaren de una u otra forma. Hay unos de Gobierno, otros de oposición y hay otros independientes, pero esto arranca con absoluta violación, se vio en el debate frustrado que hicimos al Fiscal, más que frustrado incompleto. Era la primera sesión en ejercicio del estatuto de la oposición convocada por nosotros, pero lo interrumpieron, lo levantaron, no nos dejaron ni terminar ni concluir.

Que los partidos de Gobierno participen en el Gobierno se llama obviedad. Eso es democracia de kínder. Ni más faltaba, los que se declararon de Gobierno allá están gobernando: conservadores, Centro Democrático, los partidos cristianos.