El departamento recibió el reconocimiento del ‘Open Government Partnership’ por sus prácticas.

El de Nariño está entre los cinco mejores gobiernos del mundo


En medio de las tristes noticias que se han generado desde Nariño en las últimas semanas por culpa de la violencia, el gobernador Camilo Romero recibió un reconocimiento mundial al departamento por las buenas y abiertas prácticas de gobierno.

Desde Washington, se anunció que la OGP (Open Government Partnership) escogió a Nariño por el estilo de gobierno que se viene ejecutando de cara a las comunidades y fuera de los escritorios de las dependencias oficiales. Junto a Nariño, fueron galardonados gobiernos locales de Nigeria, España, Rumania y Filipinas.

La OPG fue creada hace unos 10 años con 8 países y hoy la integran 75. Hace dos años comenzaron procesos con gobiernos locales. En el 2018, se hizo una convocatoria para seleccionar a nivel global cinco gobiernos locales que sean ejemplo de Gobierno Abierto. 

“Somos los únicos latinoamericanos seleccionados. Es algo muy importante, sabemos que Río de Janeiro, por ejemplo, y otras importantes ciudades latinoamericanas estaban compitiendo, pero nos escogieron a nosotros”, expresó, con emoción, el gobernador Romero Galeano.

El mandatario destacó que el reconocimiento se debe a las más de 15 herramientas que se crearon contra la corrupción y al estilo de gobierno, de participación y voluntad ciudadana.

“Esta es una democracia participativa con la ciudadanía”, dijo el gobernador en el municipio de Taminango, hasta donde se desplazó este fin de semana para desarrollar la herramienta denominada Gana Control, que consiste en el seguimiento del presupuesto y contratación en tiempo real.

Es una estrategia mediante la cual los ciudadanos votan por unos proyectos propuestos por la administración departamental, para que luego sean ejecutados en cada uno de los municipios.

Si bien Romero considera que su forma de gobernar “incomoda a unos pocos que antes tenían muchos beneficios”, cree que está cumpliendo con su programa de gobierno y gobernando con la gente en un nuevo modelo de participación ciudadana en la que se conjugan las propuestas, las decisiones y los abrazos fraternos en una región que en medio de la violencia no pierde la esperanza.