Dolor por el feminicidio de Paola Melissa Aguirre

#NIUNAMENOS

Estoy atada al dolor que embarga a los compañeros de Paola Melissa Aguirre Valderrama, la joven de 18 años a quien su expareja sentimental persiguió hasta Ibagué, en el Tolima, donde estaba de vacaciones, y le arrebató la vida.



El asesino, Juan Camilo Carvajal Zamora, debe recibir todo el peso de la ley. El feminicidio de la joven de 18 años es una afrenta más contra las mujeres de hombres que pasan por encima de la ley y que con estos actos atroces demuestran que no les importa el valor de la vida de sus parejas.



Al igual que su familia, sus compañeros y los colombianos que han reaccionado ante este atroz crimen, rechazo la sevicia demostrada por el atacante, que le propinó 50 puñaladas a la joven y con todo el cinismo no quiso aceptar los cargos que le imputó la Fiscalía, pero que de todas maneras el juez consideró fundados y lo mandó a la cárcel.



La noche del martes acompañamos el plantón de sus compañeros de la Universidad Jorge Tadeo Lozano, donde estudiaba comunicación social. Nos unimos a sus exigencias de que haya justicia porque acabar con la vida de una joven de 18 años no debe tener ninguna prerrogativa judicial.



Las protestas no le devolverán la vida, solo sirven de recordatorio de que seguimos cargando con una violencia extrema, sin justificación, que hombres sin escrúpulos siguen infringiendo a las mujeres.



Además de sevicia hubo cobardía en el ataque, porque el criminal la asesinó mientras la joven estaba sola en la casa de su madre, a donde había ido a pasar vacaciones.



Confiamos en que como lo ha prometido la Fiscalía en Ibagué la investigación sea rápida, con una condena ejemplar por feminicidio agravado que es el delito que se le imputó a este criminal, capturado el mismo día en la escena del asesinato.



Como siempre en estos casos, detrás del ataque estaba una decisión de la joven mujer de dejar la relación de tres años de noviazgo que sostuvo con su asesino.



Amparo Valderrama, la madre de Paola Melissa recordó cómo su hija logró llegar a la universidad a través de su disciplina y constancia, y gracias a una beca del programa Ser Pilo Paga y había terminado el quinto semestre de su carrera. Era reconocida por sus compañeros debido a su alegría y la responsabilidad. Puso todo su empeño en lograr sus sueños y el asesino acabó con todo.



Por eso debe ir a la cárcel, sin miramientos, sin contemplaciones, sin consideración de ningún tipo. Y sobre todo, por evitarle a otra mujer el peligro de que este asesino repita su acción.



Lucía Bastidas