Se cumple un año de la trágica muerte de Yuliana Sambonì.

El crimen de Yuliana Samboní no nos ha enseñado nada

Es un 4 de diciembre triste. Recordamos a una niña de siete años que fue víctima de todas las vejaciones, abusos y maltratos que podría sufrir una mujer en toda su vida. Yuliana Samboní, un símbolo de la violencia contra la mujer y contra los niños.

El 4 de diciembre del 2016, Rafael Uribe Noguera secuestró, abusó y asesino a Yuliana, de 7 años, en Chapinero, en el norte de Bogotá.

Por desgracia, no aprendemos. Mientras la dramática partida de Yuliana dejó un enorme vacío en su familia, Colombia se siguió llenando de golpes, abusos, violaciones, atropellos. En los primeros diez meses del 2017 en Bogotá, la oleada violenta fue brutal: 22.215 mujeres agredidas, de las cuales 94 fueron asesinadas.

Durante los primeros nueve meses del 2017, 2.252 menores fueron víctimas de algún tipo de abuso sexual. En total 2.946 mujeres de todas las edades fueron víctimas en ocho meses, solo en Bogotá.

Yuliana es un símbolo, pero no nos ha enseñado nada el haber tenido ante nuestros ojos su cuerpo despojado de toda dignidad, maltratado y dañado: su agresor, Rafael Uribe Noguera, aceptó al final del proceso judicial que enfrentó que cometió sobre Yuliana los delitos de feminicidio, acceso carnal violento y secuestro agravado.

Hoy enfrenta 58 años de prisión que le impuso el Tribunal Superior y esperamos que sus hermanos, que modificaron la escena del crimen tratando de desviar la investigación también sean castigados con todo el rigor de la ley

Es hora de que como sociedad aprendamos del respeto, de la dignidad, y sobre todo que entendamos que, si queremos mejores personas, los niños deben recibir amor, trato digno y respeto.