Día internacional de las personas con Discapacidad.

En este diciembre, en el que conmemoramos un año más del Día Internacional de las personas con Discapacidad es fundamental que insistamos en la necesidad de intensificar los esfuerzos porque haya una verdadera política de inclusión, sistemática e integral, que les permita ejercer sus derechos

Las Naciones Unidas llama a la población en condición de discapacidad a la minoría más amplia del mundo, con razón: es un ejército de personas que tiene que transcurrir su vida casi en la invisibilidad entre los demás habitantes.

En Bogotá, la secretaría de Salud tiene identificadas en sus registros oficiales a 240.000 personas con algún tipo de discapacidad, pero reconoce que hay un número no identificado ni cuantificado que se desconoce.

Si tenemos en cuenta las mediciones de Naciones Unidas, que indican que en el mundo hay más de mil millones de personas en condición de discapacidad, es decir, una por cada siete personas si tenemos en cuenta el total de la población mundial, Bogotá podría tener mucho más de las registradas.

Sabemos que de las personas registradas en la ciudad, las localidades de Kennedy. Rafael Uribe Uribe y Bosa concentran el 33,2 por ciento, es decir, la tercera parte en solo tres localidades. Esto muestra que hay una alta concentración de población en condición de discapacidad concentrada en zonas vulnerables.

Es verdad que en Bogotá tenemos declarada una Política Pública Distrital de Discapacidad (PPDD), pero necesitamos más coordinación, más integralidad, más cubrimiento, para que los derechos de esta población realmente sean efectivos.

Estamos hablando de que las necesidades son múltiples y variables: medicamentos, terapias, acceso a una educación pertinente a su condición y, sobre todo, eliminación de las barreras que les impiden acceder a los derechos. Porque quiero insistir en que una cosa es que los derechos estén declarados y reconocidos y otra que realmente sean efectivos.

Más de cien millones de las personas con discapacidad en el mundo son niños, y ellos tienen cuatro veces más posibilidades de ser víctimas de algún tipo de violencia, según la ONU.

Lucía Bastidas